En 1968, cuando tenía 17 años y todavía en la escuela secundaria,
Anneliese comenzó a sufrir convulsiones. Las conclusiones del Tribunal
tienen que experimentó su primer ataque epiléptico en 1969. Fue entonces
cuando un neurólogo de la Clínica Psiquiátrica Wurzburg le diagnosticó
epilepsia gran mal. Pronto, Anneliese comenzó a experimentar
alucinaciones diabólicas mientras rezaba.
Ella también comenzó a oír voces, que le dijeron que estaba condenada. El tribunal determinó que para 1973 Anneliese sufría de depresión y consideraba el suicidio. En 1975, convencidos de que estaba poseída, sus padres renunciaron a los médicos de la clínica psiquiátrica. Eligieron confiar únicamente en los exorcismos para la curación. Los síntomas de Anneliese ya se han comparado con los de la esquizofrenia, y pueden haber respondido al tratamiento.
El primer diagnóstico oficial fue hecho por una mujer mayor que acompañó a Anneliese en peregrinación. Se dio cuenta de que Anneliese evitaba caminar más allá de una imagen particular de Jesús, y que se negaba a beber agua de un manantial sagrado. La mujer también afirmó que Anneliese olía terriblemente mal. Un exorcista de un pueblo cercano examinó a Anneliese y concluyó que estaba poseída por demonios. Después de dos solicitudes con error, el rito del exorcismo fue finalmente concedido por el Obispo.
El 25 de febrero de 1978, casi dos años después de su muerte, el cuerpo difunto de Anneliese Michel fue desenterrado y se trasladó a un nuevo ataúd de roble forrado de estaño. El deseo de sus padres para trasladarla del ataúd barato en la que fue enterrado supuestamente fue utilizado como una excusa para exhumar su cuerpo. En su lugar, estaban actuando en un mensaje recibido de una monja carmelita del distrito de Allgaeu en el sur de Baviera. La monja le había dicho a los padres que ella tuvo una visión de que el cuerpo de su hija todavía estaba intacto. Los informes oficiales indican que el cuerpo presentaba un deterioro constante. Las fotos del cuerpo exhumado nunca fueron puestos en libertad, y los padres de Anneliese fueron prohibidos de ser testigo de la exhumación.
Ella también comenzó a oír voces, que le dijeron que estaba condenada. El tribunal determinó que para 1973 Anneliese sufría de depresión y consideraba el suicidio. En 1975, convencidos de que estaba poseída, sus padres renunciaron a los médicos de la clínica psiquiátrica. Eligieron confiar únicamente en los exorcismos para la curación. Los síntomas de Anneliese ya se han comparado con los de la esquizofrenia, y pueden haber respondido al tratamiento.
El primer diagnóstico oficial fue hecho por una mujer mayor que acompañó a Anneliese en peregrinación. Se dio cuenta de que Anneliese evitaba caminar más allá de una imagen particular de Jesús, y que se negaba a beber agua de un manantial sagrado. La mujer también afirmó que Anneliese olía terriblemente mal. Un exorcista de un pueblo cercano examinó a Anneliese y concluyó que estaba poseída por demonios. Después de dos solicitudes con error, el rito del exorcismo fue finalmente concedido por el Obispo.
El 25 de febrero de 1978, casi dos años después de su muerte, el cuerpo difunto de Anneliese Michel fue desenterrado y se trasladó a un nuevo ataúd de roble forrado de estaño. El deseo de sus padres para trasladarla del ataúd barato en la que fue enterrado supuestamente fue utilizado como una excusa para exhumar su cuerpo. En su lugar, estaban actuando en un mensaje recibido de una monja carmelita del distrito de Allgaeu en el sur de Baviera. La monja le había dicho a los padres que ella tuvo una visión de que el cuerpo de su hija todavía estaba intacto. Los informes oficiales indican que el cuerpo presentaba un deterioro constante. Las fotos del cuerpo exhumado nunca fueron puestos en libertad, y los padres de Anneliese fueron prohibidos de ser testigo de la exhumación.
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